Colamarco: ‘Los que enfrentamos la invasión cumplimos con un deber moral’

Este 20 de diciembre, 33 años después de aquel fatídico día en que las tropas norteamericanas invadieron a Panamá, se conmemora por primera vez la fecha como Duelo Nacional, por los cientos de víctimas de una operación militar que acabaría con la dictadura de Manuel Antonio Noriega.

En los últimos años se han hecho ingentes esfuerzos por recabar los testimonios y las historias detrás de una invasión que marcó a un país cuando estuvo dividido por quienes exigían plena democracia y quienes empuñaron las armas para defender la integridad nacionalista del país. Protagonistas que hoy reviven los recuerdos de uno de los peores días, sino el peor, en la historia republicana de Panamá.

Uno de ellos es Benjamín Colamarco, exministro y líder de los llamados 'Batallones de la dignidad' y que hoy forma parte del gobierno de Laurentino Cortizo. En entrevista con Noticias AM, Colamarco hizo una reflexión sobre aquel 20 de diciembre de 1989, cuando él junto a un grupo de paramilitares civiles adeptos al régimen de Manuel Antonio Noriega se aprestaron a defender la soberanía nacional de la intervención norteamericana.

El exministro dejó claro que no existe ninguna justificación ni moral, ni jurídica, ni política que avale la intervención militar de un ejército extranjero sobre un país soberano e independiente, pues las normas del derecho internacional así lo establecen.

Colamarco agregó que, con la declaración del 20 de diciembre como Día de Duelo Nacional por parte de la administración del presidente Cortizo se salda una deuda histórica de 33 años con los caídos, sus familiares y el propio país, "que nos va a permitir acercarnos y mirar hacia el futuro".

"Creo que este es el momento de avanzar juntos hacia la construcción de una mejor sociedad". — Benjamín Colamarco - Exmiembro de los Batallones de la Dignidad

No obstante, a finales de los años 80', Colamarco era uno de los comandantes civiles que lideraba a los batallones de la dignidad, un rol que muchas personas no olvidan, especialmente por su poder subversivo, represor y violento. Consultado sobre si guarda algún tipo de arrepentimiento por todo lo que ocurrió, Colamarco dijo que "se deben respetar las ideas de las personas"

"Cada quien tiene una escala de valores, para nosotros los que enfrentamos la invasión aquel 20 de diciembre de 1989 cumplimos con un deber moral y constitucional". — Benjamín Colamarco - Exmiembro de los Batallones de la Dignidad

Enfatizó en que la Constitución de la República de Panamá señala claramente que todos los panameños tienen la obligación de empuñar las armas para defender la independencia nacional y la integridad territorial del estado panameño. "Es un deber moral y eso fue lo que hicimos", reafirmó.

"Nosotros fuimos atacados violentamente por tanques de guerra y vehículos blindados del ejército de Estados Unidos, donde pudimos haber perdido la vida, en esa conflagración cayeron miembros milicianos de los heroicos batallones de la dignidad".

Colamarco insistió que los batallones de la dignidad, el cual lideraba no estaban defendiendo a un hombre [Noriega] sino combatiendo por la defensa de la independencia e integridad del Estado. Resaltó que ya es el momento en que la sociedad panameña busque las fórmulas para superar las diferencias ideológicas en beneficio de un mejor futuro.

"Pienso que debemos buscar las fórmulas que nos acerquen, superar las diferencias que tenemos como sociedad, fortalecer los valores fundamentales de respeto, educación, cultura, patriotismo, que sean los elementos que nos unan para construir una mejor sociedad mirando hacia el futuro, no pensando en el pasado”.

Fondos para la comisión

Respecto al trabajo de la Comisión 20 de diciembre de 1989 y su rol en la investigación e identificación de los restos de los fallecidos en la invasión, Colamarco aseguró que ya se realizaron los trámites correspondientes para dotar de fondos financieros al equipo de trabajo de la comisión para continuar con la tarea de investigación y preservación de la memoria histórica sobre los hechos acaecidos el 20 de diciembre de 1989.

El exministro finalizó diciendo que el país necesita fortalecer la autoestima nacional y hacer un profundo cambio cultural para transformarla en una sociedad distinta, sobre todo, ahora que “tenemos un mundo distinto al del siglo pasado y requiere que las instituciones gubernamentales se adapten a unas nuevas circunstancias globales distintas.