La Gran Mentira
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Ciudad de Panamá, Panamá/El flujo migratorio a través de la selva del Darién ha experimentado una reducción significativa, según dio a conocer el presidente de la República, José Raúl Mulino, en su conferencia semanal de los jueves. Mientras en marzo de 2024 se registraron 36.841 migrantes cruzando esta peligrosa selva, para este año la cifra ha descendido a solo 112 personas.
De acuerdo con el mandatario, esta disminución “importantísima” representa entre el 97% y el 98% de éxito por parte de las autoridades de migración y del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) que colaboran en esa área.
Como consecuencia de esta reducción, Mulino anunció el cierre de las instalaciones de Bajo Chiquito y Canaán Membrillo, donde operaban organismos del Sistema de Naciones Unidas y varias organizaciones no gubernamentales (ONG), quienes deberán salir del lugar de forma paulatina.
"Vamos cerrando ese campamento, por llamarlo de alguna manera; se está cerrando al 100% ya por no necesitarse. Se ha abierto una ruta para el que va entrando, vaya saliendo por ahí mismo hacia su lugar de salida", explicó. El mandatario enfatizó que "no permitiremos más migrantes en esa zona del Darién", dando por concluida una operación que comenzó en 2016, lo cual representa "beneficios para la seguridad regional y panameña".
Paralelamente, se ha identificado un nuevo flujo migratorio proveniente del norte, con 961 personas (94% venezolanos) que están siendo manejadas de manera diferente. Mulino manifestó que estos migrantes "contratan con su propio dinero los servicios de lanchas en la zona del Pacífico, van al Atlántico y de ahí salen en lanchas para Colombia con sus documentos de viaje", pagando cerca de 200 dólares por pasajero.
Respecto a los permisos temporales especiales que han sido objeto de controversia, el presidente Mulino aclaró que estos se emiten "para poderles dar la holgura necesaria para poder estar, que no estén recluidos en ninguna parte, sino que puedan buscar por medios propios su salida del país".
En palabras del mandatario, “ninguno se quiere quedar en Panamá. Son nacionalidades bien lejanas. Iraníes afganos, etc, que por aquí no tienen ninguna razón de estar”.