El turismo religioso en Jerusalén disminuye: otro de los impactos de la guerra en Israel

La actividad turística había comenzado a recuperarse tras la pandemia, alcanzando tres millones de visitantes, pero la guerra nuevamente la paralizó. En su mejor año, el sector generó 8 mil millones de dólares, representando el 3% del Producto Interno Bruto israelí.

Jerusalén, Israel/La Ciudad Santa de Jerusalén, históricamente abarrotada de peregrinos y turistas, hoy presenta un panorama diferente. Sus estrechas calles, que antes requerían largas esperas para transitar, ahora pueden recorrerse con fluidez debido a la gran ausencia de visitantes.

Desde el ataque del grupo Hamás del 7 de octubre de 2023, el turismo en Israel cayó más del 95%, según datos oficiales. El turismo religioso, que constituía el principal atractivo de Jerusalén, prácticamente desapareció.

El contraste es amplio si se compara con 2019, cuando Israel registró sus mejores cifras turísticas: cerca de seis millones de visitantes llegaron al país, más de la mitad de su población total de 10 millones de habitantes. La mayoría eran cristianos de diversas nacionalidades que realizaban excursiones a Jerusalén.

Los lugares más emblemáticos de la ciudad vieja ahora pueden visitarse sin las características largas filas. El Santo Sepulcro, donde según la tradición cristiana fue sepultado Jesús, permite el acceso en pocos minutos.

De acuerdo con diversos turistas, en el pasado debían esperar cerca de una o dos horas para entrar. El Muro de los Lamentos, sitio de oración donde los fieles depositan peticiones escritas entre las piedras, también registra una afluencia mínima.

Impacto económico

La actividad turística había comenzado a recuperarse tras la pandemia, alcanzando tres millones de visitantes, pero la guerra nuevamente la paralizó. En su mejor año, el sector generó 8 mil millones de dólares, representando el 3% del Producto Interno Bruto israelí.

Aunque no constituye un porcentaje elevado de la economía nacional, mantiene empleadas a miles de personas, incluidos los 800 comerciantes que operan tiendas a lo largo de las calles de Jerusalén, quienes ahora se encuentran con locales vacíos y deben llamar constantemente a los escasos peregrinos para ofrecer recuerdos turísticos y artículos religiosos.

La situación se agravó tras incidentes recientes, los cuales provocaron que numerosas aerolíneas suspendieran sus vuelos hacia Israel y que hasta el momento no hayan reanudado sus operaciones.

Los cuatro barrios que componen la ciudad vieja —judío, musulmán, cristiano y armenio— reflejan esta diversidad religiosa que se ha convertido en fuente de tensión constante. Pese al panorama, algunos visitantes destacan las ventajas de recorrer Jerusalén sin multitudes.

Con información de Luis Alberto Jiménez

Si te lo perdiste
Lo último
stats