Recuperación económica y más apoyo a la ciencia, retos en pandemia
El año entra en su recta final y a medida que se acerca enero, más crece la incertidumbre sobre qué ocurrirá con los miles de trabajadores que continúan con contratos suspendidos en medio de una lenta recuperación. Las posibilidades fueron analizadas por un panel de expertos en Radar.
Economía en cuidados intensivos
El consultor en asuntos laborales René Quevedo, insistió en que lo primero que se debe hacer es sincerar las cifras y ser claros con la población en vez de crear expectativas no reales.
Destacó que hasta el momento solo se han reactivado 88 mil contratos de los 285,000 que fueron suspendidos y que, de cumplirse la expectativa del gobierno de que se reactiven 150,000 para fin de año, eso igualmente implicaría que la mitad de los contratos aún estarían suspendidos o no existentes.
El viceministro de Economía y Finanzas Domingo Latorraca sostuvo que los niveles de desempleo que se esperan tener, no se veían desde inicios del 2001, cuando tuvimos un 14%.
Quevedo advirtió que ya se comienzan a percibir los efectos de este aumento en el desempleo y apuntó hacia Panamá Oeste, donde pasaron a tener 1 de cada 11 homicidios del país a 1 en cada 5. Indicó que en parte se debe al desempleo juvenil, que aún antes de la pandemia estaba en los niveles más altos en 14 años.
El Presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), por su parte, indicó que aún no conocen el plan de gobierno para el próximo año con respecto a los contratos suspendidos, si se hará una extensión o se aprobarán otras medidas, aunque indicó que la ministra de Trabajo Doris Zapata, podría brindar mayor información esta semana.
Otro elemento que complica el panorama es la falta de información clara. Latorraca explicó que el Instituto Nacional de Estadística y Censo recopila la información de la economía a través de encuestas y que, si no han desarrollado otros métodos remotos y electrónicos, probablemente no tienen la data para recopilar, consolidar y publicar las cifras del PIB.
Latorraca indicó que el silencio genera aún mayor suspicacia y desconfianza, por lo que es importante que las autoridades aclaren la situación para que se puedan lograr acuerdos prácticos e implementables, además de aplicar medidas como la consolidación fiscal y una mayor eficiencia por parte del Estado.
Para Quevedo, hay que apostar por focalizar la inversión de manera que lleve al empoderamiento económico de los grupos marginados y que estos se puedan independizar.
La perspectiva del panameño
Con respecto al punto de vista del panameño, la encuesta Dichter & Neira del mes de noviembre refleja que un 70% indica que sus ingresos han disminuido durante la pandemia, un 25% que se han mantenido igual y un 5% que han aumentado.
“Si comparamos la cifras actuales con las de septiembre, ha habido una leve mejora. La reapertura económica favoreció una mejor actitud de los panameños hacia la economía en esta crisis”, señaló Leopoldo Neira, presidente de Dichter & Neira.
Sin embargo, afirmó que la perspectiva sobre el futuro es negativa, ya que más de la mitad de los encuestados siente que su economía estará peor que la que actualmente atraviesa y agregó que hay otros temas que preocupan, como el aumento en el número de divorcios e incluso de suicidios.
Ciencia rezagada, aún en pandemia
La ciencia ha sido un sector crucial tanto en Panamá como en el mundo durante la pandemia; sin embargo, ha enfrentado una serie de retos, desde falta de presupuesto a un aumento en las teorías de conspiración que buscan demeritar su trabajo.
En el caso de la vacuna contra la Covid-19, la encuesta Dichter & Neira refleja que el 18% de la población estaría dispuesta a ser entre los primeros en ponerse la vacuna, un 59% esperaría a que la mayoría lo hubiera hecho y un 23% no se la pondría. Estas cifras reflejan un leve aumento en la desconfianza del panameño comparada con las respuestas de hace dos meses.
Para la Dra. Ivonne Torres, científica, docente y doctora en farmacología, la mejor herramienta contra la desinformación y la falta de confianza por parte de la ciudadanía es la comunicación efectiva y la docencia, ya que no se le puede obligar a alguien a colocarse la vacuna.
La Dra. Torres mostró su preocupación con el prolongado cierre de las escuelas, particularmente las primarias, y el efecto que tendrá en los estudiantes, ya que no podrán desarrollar una serie de habilidades durante sus primeros 5 años de vida, como trabajar en equipo y controlar sus movimientos.
Señaló que a pesar de los intentos de los padres, la educación en el hogar no es lo mismo ya que estos no cuentan con la preparación de un docente y que las limitaciones se extienden aún a nivel universitario, ya que, en el caso de los estudiantes de medicina, requieren de conocimientos prácticos.
También lamentó el poco presupuesto para la inversión en ciencia, que, aunque no es nuevo, es particularmente llamativo en estos momentos en que la ciencia es “la que está poniendo la cara” y el sector que está trabajando por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos sin ningún tipo de reciprocidad.
“Es irónico ante lo que sucede en el país con el gasto que se hace para contratar empresas para limpiar vidrios o arreglar oficinas”, afirmó la Dra. Torres.