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Bocas del Toro, Panamá/La situación en la provincia de Bocas del Toro sigue siendo delicada tras la declaratoria del estado de urgencia por parte del Gobierno Nacional. Hasta el momento, la Defensoría del Pueblo ha limitado su atención presencial en la zona, informando únicamente a través de su cuenta en la red social X que atenderán denuncias, orientaciones y quejas por posibles vulneraciones de derechos humanos exclusivamente por medios digitales. La entidad no ha confirmado si ha recibido denuncias formales, y una solicitud de entrevista no fue atendida.
El abogado y diputado Ernesto Cedeño se pronunció sobre la crisis que vive esta región del país tras tres días bajo medidas excepcionales. Según Cedeño, la reacción del Ejecutivo fue tardía ante una situación que ya mostraba signos de descontrol.
“A diferencia de otras provincias, se puso en pausa el control adecuado. Muchos pobladores clamaban por justicia y no fue hasta que 'ardió Troya' que se decretó el estado de urgencia. Esta medida no está diseñada para violar derechos humanos, sino para que quienes infringen la ley sean detenidos y puestos a disposición de las autoridades competentes, respetando los términos procesales”, expresó el diputado.
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Las cifras oficiales indican un incremento constante en el número de detenidos por actos vandálicos. La operación “Omega”, que se desarrolla desde el 14 de junio, ha dejado hasta ahora 192 personas aprehendidas, de las cuales 90 han sido identificadas como miembros de pandillas, según fuentes oficiales.
El ministro de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, explicó que la medida busca proteger a la población frente a acciones violentas que, según indicó, han sido provocadas por grupos criminales organizados.
“Esta medida obedece a la necesidad de mantener la paz y el sosiego de una comunidad buena, como lo es Bocas del Toro, que ha sido manchada por bandas criminales, lo que hemos denominado terroristas urbanos. Los actos violentos registrados, como saqueos y ataques a bienes públicos y privados, justifican esta acción”, señaló el ministro.
Mientras tanto, la población permanece entre la tensión y la incertidumbre, en una provincia que ha visto su rutina alterada por los operativos policiales, las restricciones de movilidad y un clima social marcado por el miedo y la desconfianza.
Con información de Hellen Concepción