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Tener un arma de fuego en casa suele considerarse una medida de protección y seguridad para la familia. Sin embargo, expertos advierten que cuando en el hogar viven niños o adolescentes, aumenta el riesgo de muertes accidentales, suicidios e incluso homicidios.
En Panamá, la preocupación por este tema se ha intensificado tras varios hechos trágicos, como el caso reciente de un niño de 11 años que murió de manera accidental al dispararse con el arma de su padre en un local comercial en el corregimiento de Caimitillo, ubicado al norte de Panamá. Otros episodios similares han ocurrido cuando niños manipularon armas guardadas en casa sin supervisión adecuada.
Los especialistas señalan que los menores sienten una gran curiosidad por las armas, lo que los lleva a manipularlas sin dimensionar el peligro. Además, destacan que durante la infancia y la adolescencia el cerebro aún no ha desarrollado por completo la corteza prefrontal, lo que limita la capacidad para tomar decisiones adecuadas ante situaciones de riesgo, explica la psicóloga Melanie Guajardo.
Quienes cuentan con permiso de porte o tenencia de armas deben asumir la responsabilidad de educar dentro del hogar sobre el uso restringido y exclusivo de este tipo de artefactos. Aunque no se recomienda tener armas en presencia de menores, en caso de optar por ello, los expertos sugieren mantenerlas bajo estricta custodia de los adultos y sin que los niños conozcan su ubicación.
Entre las ventajas de tener un arma en casa se menciona la percepción de seguridad y la capacidad de defensa en caso de una amenaza externa. Sin embargo, las desventajas son considerables, ya que se incrementa el riesgo de violencia doméstica, accidentes fatales y suicidios.
Además, el propietario de un arma tiene responsabilidades legales por su uso, incluso en situaciones que ocurran de forma involuntaria.
Información de Hellen Concepción