Jelou!
En vivo
Ciudad de Panamá/San Miguelito atraviesa una crisis profunda por la acumulación de basura, en medio de un servicio de recolección que los propios residentes califican como insostenible y deficiente.
El contrato vigente con la empresa Revisalud —que ha operado por 25 años— concluye el 18 de enero de 2026, y esa fecha se ha convertido en el punto desafiante para el distrito: la alcaldesa Irma Hernández ha prometido una reestructuración total del sistema de aseo con la nueva licitación, que implica nuevas exigencias y un modelo que obliga a la futura empresa a atender sectores de difícil acceso calificados como áreas rojas, elevar la frecuencia de recolección y mejorar la gestión integral de los desechos.
Sin embargo, los desafíos van más allá de lo administrativo, infraestructura y económico.
El representante del corregimiento José Domingo Espinar, Guillermo García Rivas, confirmó que la apertura de propuestas para contratar a la nueva empresa recolectora de desechos en San Miguelito se mantiene para este viernes 19 de diciembre, pese a los cuestionamientos presentados por empresas interesadas en el proceso y a la compleja situación operativa del distrito.
García aclaró que la decisión no proviene del Consejo Municipal, sino de la Alcaldía de San Miguelito. Dijo que la alcaldesa analizó nuevas variables y decidió sostener la fecha, luego de escuchar a los concejales en una Comisión de Hacienda convocada para discutir, además, el presupuesto 2026.
Según el representante, la alcaldesa optó por respetar el cronograma original. “Ella escuchó con detenimiento todas las posturas”, indicó.
El funcionario recordó que San Miguelito arrastra una crisis de recolección que fue advertida desde el primer trimestre del año, cuando el ministro de Ambiente y el viceministro de Economía participaron en el Concejo Municipal y se solicitó apoyo al Gobierno Central. Hasta hoy, dijo, no ha habido respuesta.
García defendió los requisitos incorporados en el nuevo pliego de cargos.
Sostiene que son mecanismos diseñados para forzar un cambio real en el servicio y evitar que se repita el modelo que fracasó durante años.
Entre las obligaciones figuran centros comunitarios de transferencia, recolección con frecuencia mínima de tres veces por semana y un esquema diferenciado por zonas, debido a la heterogeneidad del distrito: cerros, veredas, calles incompletas y áreas rojas o de difícil acceso.
Explicó que, en muchos sectores, los residentes bajan sus propios desechos y terminan formándose vertederos improvisados. Por ello insistió en que las empresas deben subir a recolectar según corresponda.
Según García, algunas compañías consideran excesivas estas exigencias, especialmente en materia de infraestructura y logística. Sin embargo, rechazó cualquier retroceso:
“Eso es lo que no podemos darnos el lujo [un esquema de recaudación que fracase nuevamente]”.
El representante detalló que se han interpuesto seis acciones de reclamo contra el pliego, una de ellas de la propia Revisalud —empresa que hoy administra el servicio—. Cuatro fueron desestimadas y solo dos admitidas para correcciones puntuales.
"Han tratado de petardear este proceso de licitación para que nada cambie", advirtió.
Afirmó que hay empresas interesadas en controlar la recaudación de la tasa de aseo, algo que la municipalidad rechaza, pues temen incrementos tarifarios sin mejoras reales. “Nos oponemos contundentemente a un aumento tarifario hasta que no mejore el servicio y la comunidad esté satisfecha”, subrayó.
Además, recordó que el contrato original de Revisalud, firmado en 2001, permitía que la misma empresa gestionara el cobro, lo que —a su juicio— influyó en la alta morosidad actual.
Mientras se define la licitación, el municipio contrató temporalmente otras firmas para aliviar el colapso en plena temporada navideña. Sin embargo, los residentes continúan enfrentando desbordes, malos olores y pagos privados para deshacerse de sus bolsas.
Sobre la conducta de pago en el distrito, García reconoció que existe un déficit cultural que debe cambiar desde la educación escolar y con acompañamiento comunitario.
El representante insistió en que la discusión debe mantenerse al margen de presiones políticas. Prefirió asumir una premisa de buena fe, aunque recordó que el distrito requiere apoyo urgente del Gobierno central, especialmente considerando recursos estatales significativos.
Reiteró que el Consejo Municipal mantiene una coincidencia mínima en un punto: resolver la crisis de desechos sin interferencias. El funcionario cerró con un mensaje dirigido a la población: la meta es un sistema donde la empresa recolecte en cerros, veredas y áreas complejas, y donde la basura deje de terminar frente a escuelas, centros de salud o paradas.
La administración municipal mantiene activa la comunicación a los interesados en la licitación por mejor valor y sostiene su decisión: las propuestas se abrirán el 19 de diciembre, conforme al cronograma oficial.
Otros contenidos que podría leer: