'Panamá es desigual porque su sistema educativo es desigual', señala Nivia Rossana Castrellón
Nivia Rossana Castrellón analiza el impacto de la pandemia y paros en el sistema educativo, señalando desigualdades y la necesidad de un sistema alternativo de aprendizaje.
Un informe reciente y un análisis de la crisis actual revelan que los estudiantes panameños han estado recibiendo clases irregulares durante cuatro años. Esta situación ha generado preocupación entre especialistas, quienes advierten sobre las consecuencias a largo plazo en la formación de los jóvenes.
La especialista en educación Nivia Rossana Castrellón compartió su análisis sobre la situación, destacando el arrastre de problemas que ya existían antes de la pandemia.
"La verdad es que el contexto hay que considerarlo, tomando en cuenta la realidad panameña. Es muy importante que tengamos claro que Panamá se considera un país desigual, pero mi hipótesis es que Panamá es desigual porque su sistema educativo es desigual", afirmó Castrellón.
Desigualdad educativa y el impacto de la pandemia
Castrellón subrayó la desigualdad existente en el sistema educativo panameño, donde "el lugar donde naces determina la calidad de educación que recibes". Mencionó que pruebas como CRECER evidencian que provincias como Darién, Bocas del Toro, Veraguas y las comarcas obtienen los puntajes más bajos, lo que implica menos oportunidades.
La pandemia agravó esta situación. "Nosotros vinimos de una pandemia en donde hubo educación a distancia, pero no fue de calidad para todos los estudiantes, por supuesto que no", explicó Castrellón, señalando problemas de acceso a tecnología y conectividad. Recordó que hubo casos de hasta cinco estudiantes compartiendo un celular para dar clase, lo que afectó los resultados del aprendizaje.
La especialista cuantificó el tiempo perdido debido a la pandemia y los paros: "Si sumas los 2 años que hubo sin clases presenciales, estamos hablando de 380 días que fueron perdidos en ese momento. [...] Y cuando sumas todo son más de 465 días de clases presenciales perdidos y, por supuesto, hay que enfatizar que la mejor manera de aprender es con clases presenciales".
Consecuencias y el peligro para el futuro
Castrellón advirtió sobre las secuelas a largo plazo de esta situación, con "4 años afectados, sino 5 años afectados porque este primer trimestre ya prácticamente se perdió". Explicó que estudios de organismos internacionales indican que los estudiantes iban a perder el 12% del ingreso posible de producir a lo largo de la vida debido a los cierres.
Además, señaló las desigualdades en la calidad de la enseñanza: "Los niños de las escuelas oficiales reciben menos tiempo y oportunidades de aprender que los muchachos en las escuelas particulares. Los muchachos en la escuela oficial están de 4 horas y media a 5 horas en clase versus 7 horas en las escuelas particulares. Entonces, los resultados no pueden ser jamás los mismos con periodos de clase de 37 minutos versus 45, 50 y 60 minutos en una escuela particular".
Castrellón enfatizó el riesgo de que esta situación afecte principalmente a los estudiantes más pobres: "Nosotros estamos afectando en este momento, probablemente a los estudiantes más pobres, que no van a lograr un empleo formal. Yo quiero ser insistente en eso. Realmente, si no los educamos correctamente, no van a tener la menor posibilidad. El 60% de la juventud hoy día tiene empleos informales, los que están empleados", sentenció.
Propuestas para mejorar la situación
Ante la crisis, Castrellón propone la implementación de un sistema alternativo de oportunidades de aprendizaje, aprovechando las plataformas educativas como Esther, las clases virtuales, la televisión educativa, SERTV, y la radio. También hizo un llamado a la sociedad.
"Si tú eres voluntario y te gusta ayudar y estás en una barriada y quieres de alguna manera coadyuvar a la educación de los muchachos, háganlo. Todo lo que se puede hacer por los muchachos en este momento hay que hacerlo", manifestó.
La especialista insistió en que "nosotros nos estamos arriesgando con un derecho fundamental. Es un derecho humano que es irrenunciable y que además es un derecho humano habilitante. Los muchachos necesitan aprender para poderse insertar en una vida, en un mundo y en un mundo cada vez más competitivo".
Caso de escuela en Jaqué
También se abordó la situación de escuelas con graves problemas de infraestructura y falta de recursos, como la del Centro Marcos Medina Ambulo de Jaqué, Darién. Castrellón, quien conoce la realidad de Jaqué, describió la comunidad como "sumamente pobre" y que requiere atención. Señaló el riesgo de que los jóvenes sean seducidos con el tema de la guerrilla y, por supuesto, el narcotráfico si no reciben una educación adecuada.
Destacó el potencial de los estudiantes, citando el ejemplo de una joven de un centro educativo en Metetí que se graduó con honores de la Universidad de Kansas. "Hay talento en todo el país, hay que dar oportunidades", afirmó.
Llamado a políticas de Estado
Finalmente, Castrellón abogó por "políticas de Estado" en educación, como los acuerdos del compromiso nacional por la educación y el trabajo del COPEME. Propuso la "descentralización" de la educación para asegurar que el centro educativo en Jaqué esté en condiciones apropiadas y que todas las escuelas del país tengan los recursos a tiempo.
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Reconoció que la tarea es "una obra titánica" y que el sistema educativo actual, diseñado para 100, 000 estudiantes, no puede funcionar eficazmente con 900,000 en el sistema. Sin embargo, insistió en la necesidad de hacer el esfuerzo y buscar alternativas para garantizar el derecho a aprender de todos los estudiantes.
Sobre la Caja de Seguro Social
Sobre las protestas relacionadas con la Caja de Seguro Social. Castrellón reconoció que el problema de la Caja es un tema pendiente desde hace muchísimos años y que hay que atenderlo. Sin embargo, subrayó que una cosa es el derecho a protestar y otra cosa es el derecho a aprender, y uno no puede estar por encima del otro. Hizo un llamado al diálogo y a buscar áreas de acercamiento para asegurar que los niños panameños puedan no solamente ejercer su derecho a aprender, sino que puedan realmente tener y cumplir con sus derechos fundamentales de aprendizaje.